Escenarios: Joanna Newsom + Beach House - Poble Espanyol (Barcelona), 28 de julio de 2011
Creía que los viajes interplanetarios se utilizaban como símiles para describir un estado de absentismo mental propiciado por la falta de atención, por desatender lo que se tiene delante (por arduo, por poco interesante) y optar por perderse en pensamientos idílicos que hagan pasajero lo que parece un rato interminable. La expresión "ascender a la luna", "estar en la luna", debería tener una nueva acepción equivalente a, me atrevo a decir, la felicidad y el éxtasis más puros después de dar cobijo a un doble cartel como el que bordaron el pasado jueves en Poble Espanyol dos nombres primordiales de la música de nuestros días, de sensibilidades en el fondo muy parecidas; un doble cartel cobijado bajo el nombre de Fly Me To The Moon. Iba a ser una noche de sutilezas, algo que al aire libre y en un recinto de aforo considerablemente grande presagiaba molestias que, al menos entre las primeras diez filas, no llegaron a materializarse. Acertadamente, puntual cuando